Lukas Märtens, cuando menos es más
París, 27 jul (EFE).- Lukas Märtens puso fin al maleficio que parecía perseguir a Alemania e hizo volver a sonar, treinta y seis años después, el himno germano en una piscina olímpica en homenaje a un nadador masculino, tras imponerse este sábado en la final de los 400 libre de los Juegos de París.
París, 27 jul (EFE).- Lukas Märtens puso fin al maleficio que parecía perseguir a Alemania e hizo volver a sonar, treinta y seis años después, el himno germano en una piscina olímpica en homenaje a un nadador masculino, tras imponerse este sábado en la final de los 400 libre de los Juegos de París.
Una medalla de oro para la que Märtens, de 22 años, se convirtió en el máximo favorito el pasado mes de abril tras quedarse a tan sólo 26 centésimas del legendario récord del mundo -3:40.07- de su compatriota Paul Biedermann, vigente desde hace catorce años.
Máximo exponente de la era de los "bañadores mágicos", los trajes de baño de poliuretano, posteriormente prohibidos por la Federación Internacional, que propiciaron una explosión inaudita de plusmarcas en los Mundiales de Roma 2009, en los que se firmaron hasta 43 récords del mundo en ocho días de competición.
Algunos de ellos todavía vigentes, como el ya mencionado de los 400 libre del alemán Paul Biedermann, al que sólo ha sido capaz de acercarse en el último año Lukas Mertens tras nadar en 3:40.33 minutos en los Campeonatos de Alemania disputados el pasado mes de abril.
Un registro impensable sin los cambios introducidos en su programa por el nadador alemán que ha dejado de competir en las pruebas de 800, distancia en la que Lukas Märtens fue plata en los Europeos de 2022, y 1.500 libre, para centrarse en los 200 y 400.
Menos es más
"Los 800 metros no encajaban muy bien en mi programa olímpico porque coinciden con los 200 libre y el objetivo en París son las medallas, no participar en tantas finales como sea posible", señaló Märtens durante los pasados Campeonatos de Alemania.
Un cambio de programa que se cimentó tras la disputa de los Mundiales de Fukuoka 2023 en los que el nadador de Magdeburgo compitió en los 400 libre, prueba en la que se colgó el bronce, los 800, en los que fue quinto, y los 1.500, en los que finalizó también en la quinta posición, así como en el relevo 4x200 libre.
"En Fukuoka Lukas tenía ganas de volver a probar toda su gama, pero también vio en los relevos lo rápido que podía ser en los 200, tras firmar en la primera posta un tiempo que le habría servido para ser cuarto en la final individual", explicó el seleccionador alemán Bernd Berkhahn.
Hecho que llevó a reflexionar a Mertens y a su equipo técnico sobre la posibilidad de abandonar la pruebas de fondo en busca de la ansiada medalla de oro en distancias más cortas.
"Le expliqué que era bueno que nadara los 1.500, pero no en las grandes competiciones, porque exige un entrenamiento muy amplio, mientras que si nos centrábamos en menos pruebas y distancias más cortas tenía todavía mucho potencial de desarrollo. Nadar muchas pruebas no sirve de nada si no se gana una medalla", añadió el preparador germano.
Una rebaja notable de tiempos
Novedades que no han podido tener mejores resultados ya que Lukas Märtens ha rebajado notablemente sus tiempos tanto en los 200 libre como, sobre todo, en los 400.
Si en la prueba del doble hectómetro el germano tan sólo había bajado en una ocasión del 1:45 minutos, tras completar el pasado año la primera posta del relevo 4x200 en los Mundiales de Fukuoka en 1:44.79, en el presente curso ya son dos las veces en las que Märtens ha nadado en 1:44.
La última el pasado mes de abril, cuando selló su clasificación para los Juegos Olímpicos de París al imponerse en los Nacionales con un crono de 1:44.14 minutos, la segunda mejor marca mundial del año.
Mucho más importante ha sido la mejora en los 400 libre, tras rebajar en 1,37 segundos su hasta ahora mejor registro, los 3:41.60 minutos que logró en 2022, para situarse en la cuarta plaza de la clasificación de todos los tiempos con los 3:40.33 que firmó el pasado mes de abril en Berlín.
Una marca que puso a Lukas Märtens en la senda de la medalla de oro que se colgó este sábado en la piscina de La Défense Arena de París, poniendo fin a treinta y seis años de ausencia, desde los Juegos de Seúl 1988, de un nadador masculino alemán en lo más alto de un podio olímpico en una prueba de natación en línea.
Javier Villanueva