Biles, pero no solo Biles
París, 26 jul (EFE).- El regreso al escenario olímpico de la estadounidense Simone Biles será en París la gran atracción de la gimnasia, y casi de cualquier deporte, aunque no esconde otros atractivos de esta competición, más abierta que nunca a las sorpresas ante la ausencia por sanción de Rusia, el equipo campeón en Tokio tanto en hombres como en mujeres.
París, 26 jul (EFE).- El regreso al escenario olímpico de la estadounidense Simone Biles será en París la gran atracción de la gimnasia, y casi de cualquier deporte, aunque no esconde otros atractivos de esta competición, más abierta que nunca a las sorpresas ante la ausencia por sanción de Rusia, el equipo campeón en Tokio tanto en hombres como en mujeres.
Tras la crisis de salud mental que la llevó a retirarse en Tokio en plena competición, Biles se tomó dos años para recuperarse y regresa como campeona del mundo y como favorita para adjudicarse, al menos, el oro en la competición por equipos, el concurso completo individual y la final de suelo.
Rodeada por un equipo prácticamente invencible, en el que también figura la campeona individual de Tokio 2020, Sunisa Lee, Biles estirará de nuevo el código de puntuación con las dificultades más altas y las acrobacias más difíciles. Su cuenta corriente de siete medallas olímpicas recibirá en París nuevos ingresos con toda seguridad.
La brasileña Rebeca Andrade, una superviviente de tres roturas de ligamento de rodilla, se hizo con el dominio de la gimnasia mundial durante la baja de Biles. Plata olímpica en 2021, en 2022 se proclamó campeona del mundo absoluta, la primera sudamericana en toda la historia, y en 2023, en su primer gran cara a cara con Biles, se impuso a la norteamericana en salto, pero no la inquietó en el concurso completo.
París puede ser el último lugar en el que ambas coincidan, aunque ninguna ha afirmado rotundamente que tenga la retirada como proyecto inmediato.
La francesa Melanie de Jesus dos Santos, que se entrena con Biles, será la favorita del público de Bercy y aspirante a medalla en algún aparato.
Entre las jovencísimas gimnastas chinas destaca en esta ocasión Qiu Qiyuan (17 años), campeona mundial de asimétricas, cuarta del mundo.
En la competición masculina, con la que comenzará este sábado el programa, la lucha por el título de equipos puede ser encarnizada entre Japón, China y Ucrania, flamante campeón europeo.
Al frente de Japón llega Daiki Hashimoto, oro en Tokio y que en la recta final de su preparación olímpica tuvo que afrontar una lesión en un dedo. Nunca ha sucedido que gimnastas de un mismo país ganen cuatro veces seguidas el oro individual y Japón puede lograrlo si Hashimoto repite y suma sus dos títulos a los dos que ganó 'el rey' Kohei Uchimura.
Uno de sus principales oponentes será su compañero de equipo Oka Shinnosuke. Pero también el chino Zhang Boheng o la nueva esperanza estadounidense Fred Richard, bronce mundial individual y por equipos.
En cada aparato hay no menos de media docena de posibles campeones. En suelo repiten Juegos el israelí Artem Dolgopyat y el español Ray Zapata, oro y plata en Tokio con la misma puntuación, y será la especialidad más disputada.
Otro reclamo será el debut olímpico del colombiano Ángel Barajas, de solo 17 años, ganador de cuatro medallas en los mundiales júnior de 2023 y que llega con un ímpetu incontenible.
Estados Unidos no sube al podio por equipos desde el bronce de 2008. Juegos tras Juegos parece llegar en disposición de hacerlo pero falla en la final. Frederick Richard, de 20 años y bronce mundial, es ahora su líder.
El sábado se disputará la ronda de clasificación masculina, en la que se decidirá quién pasa a la final por equipos, a la individual absoluta y a las finales por aparatos. Lo mismo el domingo para las mujeres. A partir de entonces comenzará el reparto de medallas. Unas milésimas de puntos decidirán su color.
Natalia Arriaga