Dr. Escribano: "El calor beneficia a modalidades cortas"
Por Oscar Maya
Por Oscar Maya
Burdeos (Francia), 30 jul (EFE).- Antonio Escribano Zafra, médico especialista en endocrinología, nutrición y medicina de la educación física y del deporte, analizó para EFE cómo afectará en los deportistas la ola de calor que sufre Francia, en plenos Juegos Olímpicos, beneficiando, según él, a las modalidades cortas y perjudicando a las de larga duración. Además, insiste en la necesidad de beber agua para evitar una deshidratación que afecta al “sistema muscular y cognitivo” y que “ya no se recupera durante la competición”.
“El tema del calor, la temperatura en general, afecta diferente según el tipo de deporte. Los deportes de intensidad alta, pero no mucha duración, como modalidades cortas de atletismo, lanzamiento, saltos.. Viene bien porque los calentamientos pueden ser más cortos y no hay peligro de contracturas ni calambres, como si ocurre con la temperatura baja. Cuando empiece el atletismo y los deportes de potencia, el calor beneficiará”, aseguró a EFE.
“El calor también afecta positivamente a deportes como el tiro con arco y la pistola. En estos deportes el frío siempre origina más problemas porque provoca temblor, el músculo tiende a temblar más con el frío y afecta a la precisión”, añade.
Beneficios que no ocurren en otros deportes.
“Los que son de larga duración, evidentemente, se perjudican. Como los deportes de equipo o esfuerzos largos; fútbol, baloncesto, tenis, triatlón", apunta.
Unas altas temperaturas que en estos deportes tienen afectación a la hora de preparar la táctica del partido. “El calor afecta estratégicamente, a la forma de preparar el partido. Con las temperaturas altas hay que hacer esfuerzos cortos e intensos, no prolongados, porque al final, el calor, te cansa más”, señala.
Y para evitar las consecuencias de la ola de calor, el doctor Antonio Escribano Zafra, experto en paliar los problemas que acarrean las altas temperaturas por su trabajo en clubes de fútbol del sur de España, apunta a la hidratación preventiva como un aspecto fundamental.
“Lo primero importante es la hidratación. El problema del calor trae el hecho de sudar y tiene dos cosas: que se pierde agua y electrolitos. Eso es recuperable. El agua la introducimos dentro del organismo fácilmente. Lo que no se puede llegar nunca es a estar deshidratado, hay que beber antes de empezar a sudar. Es clave hidratarse antes. Prehidratar. Acostumbrar a los jugadores a beber antes de empezar a tener sed”, explica.
Y hace una analogía: “Si tienes un recibo en el banco y tienes saldo se paga y se acabo, si no tienes saldo, forma un descubierto. El descubierto, en este caso, es la deshidratación. Si se tiene un nivel de hidratación adecuado, la deshidratación no llega o llega casi al final”.
Beber antes de tener sed, clave para evitar la deshidratación, que lleva a rendir peor.
“Hay que beber agua una hora antes de competir, justo antes de competir y durante la competición. Hay que beber antes de tener sed, un mínimo grado de deshidratación disminuye mucho el rendimiento físico y cognitivo. No solo el sistema muscular, se es más lento a la hora de la reacción, se piensa peor. Y el rendimiento cognitivo es fundamental. Hay que tener hidratación suficiente para que la sed no aparezca, si se tiene deshidratación, en la competición ya no se recupera”, apunta.
Además, establece el segundo aspecto importante: los puntos clave de refrigeración.
“Cuello, tobillos y muñecas, donde pasan corrientes de sangre. Actúan como reguladores. Hay que poner toallas frías, hielo… El calor afecta porque la temperatura interna del organismo está alrededor de los 37 grados. El termostato hipotalámico es el que regula la temperatura. Si la temperatura interna sube, el organismo tiende a refrigerar, aumenta la sangre por la periferia, y si no es suficiente se hace una autoducha, que es sudar”, señala.
Unas altas temperaturas que, eso sí, no afectarán igual en las diferentes ciudades que acogen los Juegos Olímpicos. Depende del % de humedad. Por ejemplo, en París, epicentro de las olimpiadas, la humedad para este martes el del 52%; mientras que en Burdeos, donde España y Egipto disputan su último partido de la fase de grupos del torneo de fútbol, asciende hasta el 74%, con máximas de 37 grados durante la disputa del encuentro.
“La humedad es clave. Cuando el ambiente es muy seco se tolera muy bien la temperatura alta. Pero cuando hace mucha humedad la sustracción del aire que rodea el cuerpo es muy alta y prácticamente no sudas y sobrecalientas, no refrigeras. El efecto del sudor lo tienes cuando se evapora, ahí roba calor y con la humedad no evapora”, asegura.
Y otro aspecto a tener en cuenta derivado del calor es el aumento de contaminación por ozono. Eso sí, el doctor Escribano no comparte que tenga una gran afectación en los deportistas, como sí estableció AirParif, el observatorio parisino de la calidad del aire.
“Afecta desde el punto de vista respiratorio, pero un poquito; hay que matizar mucho para percibir la influencia que puede tener. Cuando hay más temperatura aumenta la concentración de ozono, pero que eso repercuta de manera importante… es tan tenue lo que puede provocar que casi no se puede percibir. Es difícil de saber hasta qué punto puede afectar”, comenta.
La comida, factor clave para recuperar
Además de la hidratación, el doctor Escribano incide en la importancia de la alimentación
“Hay que consumir alimentos con altos hidratos de carbono. La fatiga deportiva se paga con hidratos de carbono, en el organismo hay 400 gramos de hidratos, es como la gasolina de un coche. Lo que rellenas en un viaje es la gasolina, hay que hacer lo mismo con el cuerpo; ni proteínas, grasas… Por eso se toma tanta pasta, arroz…”, apunta.
“Y eso hay que hacerlo de base, porque en entrenamientos se gastan también hidratos de carbono. Y los días de competición, la clave es la cena de la noche anterior a la competición. En el organismo, la entrada de las moléculas que aportan energía se hace por transferencia y tarda un poco más. Es interesante tener los depósitos llenos el día anterior”, añade.
“Y hay que consumir hidratos de carbono diferentes: patatas, arroz, pasta… Con un índice glucémico distinto para que los depósitos se llenen. Hay que llegar con el deposito lleno, con 380-400 gramos, es lo clave”, completa.
Una comida que ha sido objeto de crítica por parte de algunos deportistas en la Villa Olímpica debido a la ausencia de huevos y carne, dos alimentos que el doctor Escribano considera fundamentales.
“Los huevos tienen unos niveles de proteína magníficos, quizá de los mejores que hay. Con la carne pasa exactamente igual. Limitar ese consumo tiene consecuencias. Un deportista necesita entre 1,2 y 1,5 gramos, y hasta 1,8, de proteína por kilo de peso y día. Un huevo puede tener un 25% del total, un solomillo un 24-25%, el pescado 17-18%...”, desgrana.
“También entran las necesidades de cada uno según el peso, hay que seguir un plan individual según cada deportista. Y del deporte que haga. Los deportes de potencia y fuerza necesitan un poco más de proteína”, completa.
Ausencia de huevos y carne que sorprende al doctor Escribano ya que “no es una comida rara”, habitual en deportistas que necesitan cuidar su alimentación.
“Sin gasolina, el deportista no puede rendir. La gasolina es la comida. Energética y molecular. La energía la proporcionan los hidratos. Y la molecular el sodio, potasio, vitaminas B1 y B2; que hay que tenerlo bien de base, trabajada y perfecta”, asegura.
La contaminación del agua del Sena
Otro aspecto que está generando revuelo en los Juegos Olímpicos de París es la calidad del agua del río Sena, no apta aún para el baño y que ha obligado a retrasar la prueba del triatlón al miércoles; a la espera, eso sí, de nuevas mediciones.
“No es el agua sobre la piel, es tragar agua. Tiene bacterias y pueden provocar problemas digestivos, sobre todo. Limpiar el agua es muy difícil, ese agua fluye, es dinámica y arrastrarán mil cosas. Además de tragar agua están los oídos… zonas de pequeña contaminación”, apunta.
El doctor Escribano que no es optimista con que pueda mejorar la calidad del agua.
“Eso no se quita en un día. No puedes limpiar el río en 24 horas. Yo creo, es mi opinión, que nunca. Es muy difícil que un río no tenga esa contaminación. A no ser que acoten la zona y puedan limpiarla, pero el río continúa…”, considera.
“Es así en todos los ríos porque las bacterias forman parte de la flora y la fauna del río. Si si tragas agua y tienes problemas digestivos, luego los deportistas lo achacarán a la organización”, completa. EFE
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