Diana Taurasi: seis oros y una leyenda
París, 11 ago (EFE).- La estadounidense Diana Taurasi cerró su hexágono dorado. Vino a la cita de la capital francesa -que arrancó en Lille- a por su sexto oro. A los 42 años. Y este domingo, tras derrotar a la anfitriona (66-67) en la final del torneo de París 2024 -y pese a no haber saltado a cancha en la misma- ya es un mito, al convertirse en la primera persona con seis títulos olímpicos de baloncesto.
París, 11 ago (EFE).- La estadounidense Diana Taurasi cerró su hexágono dorado. Vino a la cita de la capital francesa -que arrancó en Lille- a por su sexto oro. A los 42 años. Y este domingo, tras derrotar a la anfitriona (66-67) en la final del torneo de París 2024 -y pese a no haber saltado a cancha en la misma- ya es un mito, al convertirse en la primera persona con seis títulos olímpicos de baloncesto.
Taurasi festejó junto a sus compañeras el décimo título de Estados Unidos desde que el baloncesto femenino entrase en el calendario olímpico -en los Juegos de Montreal'76 (Canadá)-. El octavo seguido. Deshizo a su favor el empate histórico que la unía a su ex compañera Sue Bird -ya retirada, que este domingo protagonizó la ceremonia de los bastonazos de apertura de la final- y ya reina en solitario. Con una plusmarca que será difícil que alguien supere.
Si el sábado Kevin Durant, otro mito, se convirtió en el primer hombre en ganar cuatro oros olímpicos, la escolta de Chino (California), de madre argentina y de padre italiano criado en Argentina -que se expresa indistintamente en inglés y en español-, elevó la apuesta a media docena de medallas doradas.
Algo que se dice pronto
Después de ganar tres veces el campeonato universitario con las Connecticut Huskies, Taurasi brilla en Phoenix Mercury, equipo de la WNBA que la eligió como número uno del 'draft' en 2004 y con el que desde entonces ha desarrollado toda su carrera profesional en su país.
Algo que no la ha impedido triunfar en Europa -compaginando calendarios hasta hace siete años-. Ha jugado en Rusia (Dinamo y Spartak de Moscú y Ekaterimburgo) y en Turquía (Fenerbahce y Galatasaray). Y en su excelente recorrido por el Viejo Continente cuenta seis Euroligas y siete ligas rusas.
En casa, su palmarés es escalofriante. Luce tres anillos de la WNBA. Los que ganó en 2007, 2009 y 2014, siendo elegida MVP de las finales en las dos últimas; y Jugadora Más Valiosa en 2009. Fue cinco veces la máxima anotadora en la mejor Liga del mundo, en la que ha participado hasta en once ocasiones en el 'All-Star', el 'Partido de las Estrellas'.
Y en Juegos Olímpicos ya es única
Debutó con éxito en los Juegos de Atenas 2004, en las que las mujeres estadounidenses lavaron un poco la imagen de su país, después de que el equipo masculino saliese de la capital griega con un para ellos humillante bronce.
Repitió oro en los Juegos de Pekín 2008 y subió de nuevo a lo alto del podio en los de Londres 2012 y Rio 2016 (Brasil). Y en la última cita olímpica capturó su quinta medalla dorada en los Juegos de Tokio, donde el 'Team USA' derrotó a la anfitriona.
No se cansa de jugar; y así lo indicó a Efe después del primer entrenamiento completado en el estadio Pierre Mauroy de Villeneuve-d'Ascq, en las afueras de Lille: "Aún me encanta este deporte, me encanta competir. Hablamos siempre de ganar o de perder, pero el camino, la preparación y la lucha por ello es lo que más me gusta. A veces la gente se queda sólo con las victorias, pero lo que a mí me gustan son las cosas que pasan antes de las victorias".
El proceso de su sexto oro lo vivió con un papel secundario en pista, en un equipo en el que brillaron A'ja Wilson y Breanna Stewart; pero siendo la guía espiritual del equipo que dirige Cheryl Reeves, en el que fue la 'gran capitana'. Después de París 2024, seguirá jugando -la WNBA está inconclusa, aún-. Pero éstos han sido sus últimos Juegos.
"¿En Los Ángeles? Sí. Estaré. Pero tomando una cerveza en la playa", había comentado a Efe, antes de la cita olímpica francesa, Taurasi. En su último partido olímpico no jugó ni un solo segundo.
No importa. No tenía nada que demostrar. Taurasi ya es eterna.
Adrian R. Huber